Semana 4. Modelos y niveles de intervención familiar.

 Los niveles de intervención familiar nos ayudan a nosotros como especialistas en medicina familiar a dar un apoyo correcto a nuestros pacientes y sus familias, recordando que ésta funciona como un sistema, y la pérdida de la homeostasis de este sistema nos origina problemas en la dinámica familiar llevando a si deterioro funcional.

Es por ello que hartante de nuestra formación consiste en reconocer y saber aplicar nuestros conocimientos en el tema.

Dependiendo de la disfunción o crisis que nosotros identificamos en nuestra familia es como decidiremos nuestra intervención para empezar a trabajar y mejorar el panorama de nuestros pacientes y su ambiente familiar en el que de desarrolla.

Traído a la realidad, en nuestra institución y en nuestra consulta diaria puede resultar un poco limitante el tiempo de consulta que tenemos para trabajar con  nuestras familias, sin embargo, tenemos ingeniarnos la forma adecuada de que durante nuestra consulta también logremos identificar la situación a tratar y sobre todo qué nivel de intervención vamos a realizar y cómo lo haremos, de qué herramientas podemos apoyarnos, siempre identificando estos factores en nuestra familia para lograr que nuestra intervención.

Comentarios

  1. Buen día Dra.
    Ahora si nos mandaste un comentario algo exiguo, noto algo de incertidumbre al describir el tema y sus implicaciones, por lo que la reflexión también es limitada. Como hemos revisado antes, todas las partes que componen la dinámica de una familia son esenciales para la homeostasis familiar y cuando se presenta algún cambio se presentan las crisis, siendo las paranormativas las que suelen tener el poder de fragmentar una familia. Las intervenciones en medicina familiar son necesarias a todos niveles, sin embargo, requieren de una adecuada preparación del médico para aprovechar su utilidad; en consulta nosotros podemos realizar intervenciones tipo consejería, orientación y en algunas circunstancias una terapia breve, sumado a nuestra labor como educadores en salud; lo que nos compete es estar preparados para identificar cuando nuestros pacientes están atravesando una crisis y cuál es el nivel de afectación familiar, intervenir si es necesario y reconocer en que momento estos casos requieren del apoyo de otra área, nivel o especialidad. Recalco el valor de la orientación y la consejería, pues muchas veces las menospreciamos, sin embargo, el buen médico familiar puede intervenir y cambiar aspectos emocionales, e incluso físicos, si aplica bien estas intervenciones; aprender que no todo se soluciona refiriendo pacientes a psiquiatría o psicología y siendo parte activa de esa red de apoyo formal que requiere el paciente y su familia cuando sea necesario.
    Falto también la referencia.
    Saludos Dra.

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